Pomelo

 En el estudio de las lenguas e idiomas existe un fenómeno que se denomina “falso amigo”. Se refiere a esas palabras que ya sea por su pronunciación o su manera de escribirse, se parecen tanto en unos y otros idiomas que hacen al estudiante extranjero confundirlas, atribuyéndoles un significado similar aunque en la mayoría de las ocasiones signifiquen cosas muy diferentes. Por ejemplo, en inglés la palabra “embarrassed” se refiere a sentirse avergonzado y no tiene nada que ver con el término castellano que se utiliza para indicar que una mujer espera un hijo. En español ser comprensivo ser refiere a ser tolerante, sin embargo “comprehensive” en inglés quiere decir que se hace algo de un modo completo, exhaustivo.

Así,  tener un nombre parecido hace que algunos alimentos puedan confundirse cuando nos encontramos hablando en un idioma distinto a nuestra lengua materna. Este es el caso, por ejemplo, del pomelo. Así, en español, al hablar de pomelos nos referimos a la fruta cuyo nombre científico es Citrus maxima. Nuestro pomelo es un fruto de gran tamaño, de color amarillo pálido con sabor ligeramente ácido y cierto toque de amargor. Otros nombres con los que se denomina este fruto en español es pampelmusa o cimboa. En inglés se denomina grapefruit.

¿Dónde se encuentra la confusión entonces? Los anglosajones también tienen pomelos, cierto, pero al utilizar esta palabra ellos se refieren al fruto de Citrus paradisi, que nosotros conocemos como toronja y cuya pulpa puede ser tanto amarilla como rosada y su sabor puede ser tanto dulce como ácido, dependiendo de la variedad. Así que, a la hora de comprarlo, debemos recordar, si viajamos, que no son todos los pomelos, pomelos sino que algunos pueden ser toronjas. Eso sí, ya los consumamos crudos, cocidos o en zumos, podemos disfrutar de una fruta con muchas propiedades naturales,   un alto índice en vitamina C  y un bajo valor calórico que los hacen ideales para desayunos o dietas de control de peso.

«En todas las actividades es saludable, de vez en cuando, poner un signo de interrogación sobre aquellas cosas que por mucho tiempo se han dado como seguras.»
(Bertrand Russell)

[Publicado por Alicia Ballesteros]