La gran peculiaridad que tiene este cítrico y que la hace muy deseado es su ausencia de semillas. Las madres lo consideran una fruta imprescindible en el crecimiento de sus hijos.
Es muy cómodo de pelar en cualquier momento y lugar y además, les ofrece la posibilidad de disponer de un almuerzo o merienda sano en apenas unos segundos.
Pero cuando se trata de ofrecerles un postre divertido y a la vez delicioso, os ofrecemos esta nueva receta que cuenta con todo lo necesario para sorprender a toda la familia:
Tiempo de preparación: 10-15 minutos
 
Ingredientes para 4 raciones:
4 mandarins clementinas
1 naranja
5 cucharadas de azúcar
4 claras de huevo
400g de queso blanco
2 cucharadas de jengibre
1 corteza de limón verde
Unas hojitas de menta
 
Su preparación
En primer lugar pelaremos las clementinas, muy bien peladas, quitando toda la capa de la piel blanca. Las partimos en cuartos y las dejamos en un bol.
A continuación pelamos la naranja y el limón verde, y exprimimos el zumo.
Lo mezclamos con las cuatro cucharadas de azúcar y le añadimos el jengibre.
 
Colocamos toda la mezcla (el zumo de naranja y limón, el azúcar y el jengibre) en una cacerola y lo ponemos a hervir, unos  5 minutos, dejando que se reduzca.
Echamos por encima de los gajos de clementina el jugo obtenido y lo dejamos enfriar en la nevera durante una hora.
 
Mientras esperamos montamos a punto de viene las claras de huevo y batimos el queso blanco. A esta mezcla, le añadiremos la naranja y la dejaremos reposar también en la nevera durante una hora.
 
Con todo ya listo, cogemos una fuente y la decoramos con las cremas que hemos preparado:
La mousse de queso blando con clementinas
El jugo de naranja, limón y jengibre.
 
Y para acabar con nuestra receta y darle un toque especial decoramos con hojas de menta al gusto.
 
La fruta es vital en todas las épocas de nuestra vida, por ello, con una simple y fácil receta como esta podemos hacer que el postre de todos los días pase a convertirse en un delicioso mousse de nuestra fruta preferida.